M.
Como siempre.
Mi tiempo.
Mi atención.
O sos todo o no sos nada, siempre igual.
Me dijiste todo, y creí, como suelo hacer.
Recién empezamos.
Preocupaciones prematuras.
Pero siento que me zambullí en una pileta en la que todavía no toque el fondo.
Quiero volver a la superficie, quiero flotar un rato, no quiero empezar a nadar a lo hondo todavía.
Y lo estoy haciendo inevitablemente.
Quiero disfrutar.
Disfruté.
Disfruté mucho.
Quiero disfrutar sin vos también.
Perfecto de pies a cabeza, y eso... también me preocupa.
No verlo. La ceguera.
¿Y si sos una mentira? ¿Y si vuelvo a ser la idiota otra vez?
El dilema.
¿Cómo hacer para que dejes de importarme todo lo que me importas?
¿Te importaré tanto como me decís, tanto como me mostrás?
¿Será verdad lo que actuas?
No quiero quererte.
No quiero aferrarme tanto a vos.
Por que finalmente venís como El 2 y probablemente te vayas como El 2
Salvo que sea verdad que en serio querés esto y nada mas...
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