31/01/2014 21:29
Toda la vida espere una lluvia de indecisión. Estar tan confundida que no saber que hacer, y acabar en el histeriqueo de siempre que lo único que soluciona es la confirmación de la otra persona de que sinceramente no lo vales y de que no quiere andar dando vueltas como si fueran dos bebes.
Pero no.
Era domingo, ya casi lunes, y no se cuando fue que mi cabeza dio el click. Todavía no termino de encontrar el momento de esa noche en el que mi cerebro dijo el típico "ya fue". No logro descubrirlo, pero por suerte eso ya no importa.
Fuimos uno, y descubrí que no me gustaba ser uno yo sola, que ser uno de a dos era hermoso. Que quería que fuéramos nosotros dos así por el resto de nuestras vidas.
Nunca me había sentido tan protegida, tan mimada, tan deseada. Nunca había confiado tanto en alguien que apenas conocía.
Pero confié, por suerte, y termino siendo más de lo que yo esperaba.
Después empiezan esos cuestionamientos internos del estilo "ya no hay vuelta atrás".
Y luego de esos los de "que suerte que tengo de que se haya dado así" "que suerte que no fue OTRO" "que suerte que fue EL"
La naturalidad con la que nuestras puertas hablaron no podría haber sido más perfecta y simple.
Tenía miedo pero con solo ver pude calmar.
Llamarlas, a todas. Contarles, reírnos, flashear.
Flashear que LO PEOR puede pasar. Y calmarme, y darme cuenta de a quién tengo al lado, y de que no puedo creer que me merezca a una persona así. Pero por suerte, me lo merezco de verdad.
Después de la lluvia, salió el arcoiris.
28/04/2014 20:00
Ya no se con que palabras empezar a confesarme. Ya los verbos acabaron, ya mis ojos son sequía. Pero seguís ahí, cual sol en verano.
Te quise y lamentablemente te quiero. Te quiero acá y ahora y te quiero también allá, ayer, cuando todo fue tristeza y soledad. Te quiero en todos mis días las veinticuatro horas. Te quiero presente y futuro, pero también pasado, ese día que desapareciste y ya no supe en donde buscarte mas que en un rincón marchito de mi corazón.
Quizás es porque ya no se como expresarme que la metáfora me sirve, pero sin embargo no del todo porque no termino de determinar que haces en mi cabeza todavía.
Creí que no iba a ser un error. Y lo creí intensamente. Y me lo dijiste, me lo afirmaste, que de vos no desconfiara. Sin embargo acá estoy cuestionándome quien soy, que me hice, y si realmente actué de la forma correcta. Porque tal vez, y aunque me duela reconocerlo, me equivoque. Y esta vez, ya no hay vuelta atrás.
No hay dolor mas amargo que el del amor no correspondido. Pero no se de que forma calificar al nuestro. Si quiera se si se lo puedo llamar amor.
Leer las palabras que escribí esos primeros días de entusiasmo clavan la estaca mas grande en mi corazón. Nunca fui tan triste con solo escuchar la felicidad que un día mi voz proyecto. Fueron días felices. Fueron.
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