Y parece ser que la gente no cambia.
Parecemos estar destinados a cometer los mismos errores una y otra vez.
Equivocarse es humano, pero hay cosas que son irrepetibles.
No aprendés.
Sufriste una.
¿Para qué sufrir dos?
¿Cuál es el sentido?
Ocultás, temés, no confesás.
El miedo te cose la boca y te tapa los oídos.
Sentís culpa pero...
¿Qué hacés al respecto?
¿Mentir?
¿Esconder?
¿Cuándo vas a pensar en el otro?
Si tan solo te dieras cuenta de que todo va a terminar igual.
Igual que esa vez en la que te salió mal.
Igual que esa vez en la que no ganaste nada y perdiste todo.
Perder la confianza de la gente que querés.
Perder la confianza de la gente que no te va a querer más.
Suerte que te saqué la mascara justo a tiempo.
O quizás tarde, pero ya no caigo más.
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